Un día en la búsqueda de Marta del Castillo

Cada día los agentes y personal voluntario tienen su rutina de búsqueda del cuerpo de Marta. Árdua tarea, que nunca se dará por perdida si se encuentra el cadáver, para descanso de sus padres y allegados, para sastifacción del deber cumplido por parte de sus buscadores y para martirio y castigo del asesino y sus cómplices.

El padre no las tiene todas consiga del éxito de la operación de búsqueda.

Después de doce días de buscar infructuosamente el cuerpo de Marta del Castillo en el cauce del Guadalquivir, desde Alcalá del Río a Sanlúcar de Barrameda, Antonio, el padre de la joven sevillana, confesó ayer su temor a que, en un momento dado, se decida suspender las labores de rastreo del río, «pese a que sé que todos los que participan en los trabajos están poniendo en ello el corazón».

Ójala todo llegue a buen término, es mi deseo y el de muchos ciudadanos españoles.

Que país ¡ ¡ ¡